Tuesday, March 18, 2008

Página en blanco

El día que perdí el miedo* reparé en la intensidad que habita el vacío de una página en blanco: todas las posibilidades (todas/todas) aguardan pacientemente detrás de una hoja de papel, un lienzo, un newfile de word.

Salvo el momento intermedio de la creación (que también es mi favorito) los inicios son absolutamente deliciosos. Todas las obras maestras se formaron en el vacío... al igual que toda la mierda. Incluso, parece que la amable blancura nos da la libertad de elegir.

No debería haber presión o pánico: tal vez sólo un poco de expectativa. Aunque en el fondo, nada puede perturbar al bebé universo que aguarda pacientemente debajo de su sábana blanca. ¿Estará dormido?
Esperen, creo que ha abierto un ojo...




* Perder el miedo: el miedo a equivocarme. No existe tal cosa: "equivocarse" es uno de los fantasmas malditos del arte.

7 comments:

  1. gracias por el tip, jaja
    y el té ayuda a la creatividad?
    o el agua caliente quita mejor el acrílico de los pinceles?
    o bebes esa agua coloreada con galletitas?
    jajaja
    _______
    muy bonito mr. Betteo.
    muy bonitoo :)

    ReplyDelete
  2. Si el miedo paraliza es enemigo acerrimo de la creación... plastica, literaria o musical y de cualquier tipo...los miedos te acechan y terminas por no hacer NADA y te conviertes en NADA...

    Cuentan por ahí que Edison tuvo que hacer miles de experimentos antes de dar con el FOCO y cuando le preguntaron al respecto dijo: tengo mil formas distintas de como NO HACER UN FOCO.

    Arriesgarse ese es EL SECRETO, todos cometemos errores, nadie es perfecto...pero si somos PERFECTIBLES y mientras más intentos hagas, te conviertes en un maestro, casi casi en un ILUMINATI :P

    Bueno ya estuvo suave de choro...a ponernos a trabajar, yo arrastrando el lápiz y usted pintando.

    besos entintados.

    ReplyDelete
  3. Jejeje, nunca había reparado en que las "verdaderas" obras, las muy muy, tienen algo en común con las "basuras"...
    Tuvieron un comienzo blanco. Yo fumo un chingo en ese momento.

    ReplyDelete
  4. "Equivocarse" no sucede nunca. El cuadro cambia de dirección. Tal vez haya accidentes o facciones de su carita blanca que no reconocemos, pero al final todo duerme ahí, esperando ser revelado. Alguien dijo que un cuadro no se termina, sólo se detiene en momentos interesantes. Felices trazos...

    ReplyDelete
  5. Tocayo:

    Pus mire, na más pa que usté y su "diler" se caguen más de la risa, y quien quita y hasta descuento hay. Ahí le va, la breve historia de la gugliada:

    Estaba yo un día, chateando con "mi macaco" (eran las épocas del amorss), disertabamos sobre arte y monitos y bueno que le pregunto a quién admiras de la dibujada nacional, y tons que "el macaco" me pone: A Patricio Betteo. Y órales, pa mis adentros dijé: ¿y quién carajos, es ese?, obvio gooey, no iba a balconear mi indiorancia, y menos si me podía lucir por chat, así que discretamente teclié su bonito nombre en el google, y le contesté al macaco:

    "Osea, claro, Betteo es un clásico"

    Y pus la mera neta, "el macaco" se ha ido de mi vida, pero sus monitos sí me latieron.

    Besos.

    ReplyDelete
  6. Pato

    Yo creo que el miedo es el no saber como enfrentar algo que no conocemos. Y por lo tanto el equivocarnos es un proceso que nos da la oportunidad de crecer, conocer y aprender.

    Too este choro para decirte algo que, seguramente, escuchas muy seguido: Eres un Cabron!!!!

    Un abraxo
    UXKR

    ReplyDelete
  7. Me da gusto leer esa honestidad que creo que es una de tus características. Me da gusto porque tu trabajo esta verdaderamente el de un maestro y yo me siento atrapado desde hace mucho tiempo en un estado de miedo como el que comentas, por lo tanto el darme cuenta que es algo con lo que la gente como tú lidia, me hace más fácil empezar a intentar enfrentarme a el.

    ReplyDelete